martes, 20 de mayo de 2014

ULTRA TRAIL PEÑAGOLOSA 2014




El sábado 17 de mayo se celebraba la ultra de PENYAGOLOSA, una caminada mayor de 100 km ese era uno del reto que tenía para este año, que mejor compañía que los amigos del CEI. Para intentarlo.


La aventura empezó el viernes cuando todos viajamos juntos en tren hasta Castellón, después de dejar las mochilas y las bolsas para en el hotel fuimos a buscar los dorsales. La feria del corredor estaba a 1,7 km del hotel así que ya empezamos a calentar, al llegar a la feria cogimos nuestros dorsales y nos fuimos a cenar y después a dormir que al día siguiente nos esperaba un buen tute.

Las 4:15 h, suena el despertador y doy un salto de la cama. Si hubiéramos tenido que levantarnos para ir a trabajar, no creo que me hubiera levantado con tanta energía jajaja. El trayecto del hotel a la salida casi 2,5 km, venga a calentar un poco antes de empezar. Cuando llegamos a las pistas de atletismo el ambiente era espectacular y podías ver la cara de concentración de los participantes (2000 personas contando las dos pruebas)
Después de pasar por el chip y el control de material obligatorio, hablando con conocidos sobre las sensaciones que cada uno tenía,  los compañeros se hicieron la foto de grupo yo me la perdí porque me hicieron sacar el material de la mochila para comprobarlo, y perdí el contacto con ellos, así que cuando termine me fui a la cabeza de la carrera y Salí delos primeros así les podía controlar donde se encontraban, los encontré pasados los 3 km, nos dispusimos a afrontar el reto, Juanito, Paco,  Ramón, Dani y un servidor nos enfrontábamos por primera vez a este tipo de prueba de más de 100 km y Xavi Rodríguez, Xavi Torrijos y Blas ya tenían cierta experiencia.
Las 6:00h una cuenta atrás y empieza el espectáculo, pero enseguida nos pusimos en marcha. La gente salía corriendo como locos y yo entre ellos para encontrar a los compañeros,

El terreno era llano y sin complicaciones. Después de una pequeña subida llegamos a una cantera que bordeamos, y después llegamos al pueblo de Borriol. 
La gente nos animaba a nuestro paso y eso nos daba ánimos, a la salida del pueblo empezaba la primera subida seria de la Ultra. Una subida bastante fuerte pero sin excesiva dureza, subimos en pequeños grupos debido a la aglomeración de gente y los tapones que se provocaban. Durante la subida pasamos a mucha gente que al principio había salido corriendo, y empezamos a ver a gente que corría con sandalias. Dentro de la prueba de maratón y media, había una prueba para corredores minimalistas. La verdad es que con el terreno empedrado que había no sé como tenían el valor de caminar en sandalias, al acabar la subida no tardamos mucho en llegar al avituallamiento. Que montón de comida y bebida, nos pusimos tibios de comer y beber (algo poco habitual en una ultra)

Del primer avituallamiento al segundo había casi 12 km, pero no se hicieron duros. El sol ya empezaba a calentar, pero por suerte el tramo era una larga bajada por sendero y pista y después llanear mucho rato. Al llegar al segundo avituallamiento pudimos comprobar que esta Ultra era toda una fiesta, que animación y que ambientazo había. Comida y bebida en abundancia y además un trato espectacular de parte de los voluntarios, incluso nos ofrecieron cerveza la cual no dudamos en aceptarla jajaja. 
El siguiente avituallamiento estaba también a casi 10 km, terreno era cómodo y enseguida llegue al pueblo de Les Useres El avituallamiento en el pueblo estaba en medio de la plaza y si en el anterior el ambiente era bueno, aquí era impresionante. Había música a tope, speaker y una plaza del pueblo repleta de gente así que nos reunimos todos cogimos bocadillos y comida y nos sentamos en la terraza de un bar a rehidratarnos con una cervecita y Llevábamos 33 kilómetros, pero los ánimos y las risas nos estaban haciendo pasar los kilómetros casi sin darnos cuenta. 


Después de un buen rato descansando, salimos del pueblo con un buen margen con respecto a los cortes horarios. Empezaba quizás uno de los tramos más duros de la Ultra, una subida que no era excesivamente dura pero sí que era muy larga. El sol nos estaba castigando con dureza y las fuerzas de algunos de los compañeros empezaban a fallar debido al calor, Xavi, Natalia, Dani y un servidor nos fuimos para adelante y Torrijos Blas, Ramón, Paco y Juanito. Tras la subida hicimos un tramo de llaneo y después una bajada para llegar a un avituallamiento liquido, este avituallamiento fue muy bien porque pudimos reponer líquidos y sobretodo pudimos refrescarnos la cabeza con una manguera que había. Para llegar al siguiente avituallamiento líquido y solido, todavía tuvimos que hacer una bajada larga y una pequeña subida. El control estaba situado en sant Miquel de Les Torrecelles, una ermita muy guapa que había sobre un pequeño cerro. Los compañeros y yo llevabamos mucho rato esperando, pero Paco llego muy tocado por el calor y necesitábamos parar un buen rato y que se refrescara. En aquel control había mucha gente tocada y un puesto donde daban masajes, pero lo que volvía a haber y en abundancia era comida. Si en los anteriores controles había comida, aquí se le añadían unas cocas que estaban buenísimas. Después de reponer energías, remojarnos la cabeza debajo de una fuente de agua fresquísima y descansar un buen  rato nos pusimos de nuevo en marcha, metros después de salir del control llegamos al sitio donde se dividían las dos pruebas de la Ultra, los de la maratón y media se iban hacia un lado y los de la larga íbamos hacia otro. Esto significo que pasábamos de haber encontrado muchísima gente durante todo el recorrido, a ir prácticamente solos. A partir de ese momento si que dependía del compañerismo el poder acabar con éxito la marcha, debíamos unirnos y no dejar que ningún compañero se quedara solo. Hasta Atzeneta que era el siguiente control tuvimos suerte de que el tramo fuera sencillo puesto que el sol ya calentaba con ganas, como teníamos tiempo de sobras, decidimos volver a hacer un avituallamiento extra en una terraza de un bar próximo al control Archa,
que nos separaba de Atzeneta a Benafigos, pero aún nos esperaba lo más duro. Después de una bajada, llegamos a un desvió y en el suelo vimos escrito la palabra “El Muro” desde luego que la definición es bastante acertada. Que pedazo de subidón, no por largo sino por inclinación. Además el calor hacía que la subida fuera durísima, después de pasar el muro llegamos a una pista y desde allí podíamos ver el pueblo de Benafigos, el control no estaba en el pueblo sino que había que quedaba algo más alejado y situado en una zona de picnic. Por suerte volvimos a encontrar un sitio donde remojarnos la cabeza, y nos dispusimos a reponer fuerzas mientras esperábamos a los compañeros que se habían quedado más rezagados. En el avituallamiento había un grupo de personas que habían hecho una paella, ya que estábamos en la comunidad valenciana había que probarla.
Además nos ofrecieron bebida fresquita, cuando llegaron los compañeros Estuvimos un buen rato descansando e incluso escuchamos en directo el gol del Barça, Xavi Rodríguez se encontraba mal porque le molestaba el estómago así que dijo que él y Natalia irían tirando. Xavi Torrijos, Ramón, Dani Y Blas salieron con ellos, yo espere a Paco y a Juanito  Estuve un buen rato parado y los compañeros que quedaban por salir a un no habían arrancado Por suerte Torrijos y Ramón se esperaron a que llegáramos y continuamos juntos, Paco y Juanito iban tocados, y que Juanito decía que si no se encontraba bien plegaria en el siguiente control.
Decidimos continuar y que cuando llegáramos al control ya hablaríamos que íbamos a hacer, a todo esto el paisaje había cambiado por completo. Nos vino a la memoria lo que nos advirtió Jaume Amiel, nos dijo que habían puesto un subidón y la verdad tenía toda la razón. Estábamos en una especie de congos y debíamos subir hacia la montaña, primero fuimos haciendo un rodeo y después subimos a través de una canal haciendo zigzag. Estábamos preocupados por si aquella subida haría que Juanito y Paco llegaran muy justos al corte horario, pero esperaríamos hasta llegar al control para ver que íbamos a hacer. Ya empezaba  a anochecer y a hacer fresquito, eso podía ayudar a que Paco se recuperara.  
 Pudimos comprobar que Juanito y Paco llegaban bastante tocados. Paco estaba muy tocado, nunca lo había visto tan mal pero sabía que si superaba aquel bache cuando llegara el frio de la noche recuperaría las fuerzas Al llegar al avituallamiento los compañeros y yo nos sentamos a reponer fuerzas cuando Salí Paco y Juanito ya habían llegado, habían tardado menos de los esperado. En ese momento ya hubo acuerdo total, llegaba la noche y teníamos que ser un equipo y continuar todos juntitos. Nos costó bastante convencer a Juanito que tenía que continuar, él quería retirarse allí y decía que estaba hecho polvo. Entre todos conseguimos convencerle y nos pusimos de nuevo en marcha, ya estábamos equipados con los frontales y algo de abrigo puesto que había refrescado. Natalia y Juanito tenían mucho frio, pero al poco de estar andando se les paso. 
Desde Culla afrontamos una bajada larguísima primero por pista y después por sendero. Antes de acabar la bajada por el sendero, encontramos un avituallamiento líquido sorpresa. Estuvo muy bien porque pudimos beber algo de agua y probar un chorizo buenísimo que tenían, Dani se paró a cambiarse las mallas, y los compañeros tiraron hacia adelante. Yo me espere y después bajamos a toda pastilla para contactar con ellos. La subida hasta el siguiente avituallamiento se hizo bastante larga, pero lo peor no fue eso. A Natalia empezó a molestarle el estomago y se iba quedando rezagada Natalia estaba bastante mal, le recomendaron parar unos minutos para recuperarse pero ella no quiso dijo que ya se recuperaría.

Comenzaba un tramo bastante largo hasta Vistabella en el cual Natalia fue parando muchas veces, y en el cual quedo evidente que Paco había recuperado las fuerzas por completo. Torrijos y Blas decidimos ir con Juanito para que no fuera solo, el control de Vistabella está situado en un recinto cerrado y daban muy bien de comer. Allí fue otro momento en el que tuvimos que trabajar psicológicamente con Juanito, otra vez quería dejarlo y nuevamente nuestra insistencia le hizo continuar. Cada vez quedaba menos para conseguir el objetivo, pero las subidas hacían mella en Juanito, poco a poco íbamos devorando los kilómetros y tras una bajada bastante técnica llegamos al tan ansiado cartel de los 100 km. 
. Habíamos llegado al tope de kilómetros que habían hecho Ramón, Dani, Paco y un servidor eso era una enorme alegría. Un kilómetro  más tarde Juanito iba el último y resoplaba a cada paso que daba. Decidí que los kilómetros que quedaban hasta el final iba a quedarme con él, no era momento de dejarlo solo pues se hubiera comido la cabeza. Íbamos todos juntos pero caminábamos en grupitos según las fuerzas, Torrijos, Xavi, Natalia iban por un lado, Ramón, Paco, Dani y Blas por otro y Juanito y yo cerrando el grupo. Suerte que la distancia que había desde el control de Xodos hasta el siguiente no era mucha y llegamos enseguida, ya había amanecido y los ánimos del grupo eran muy altos puesto que habíamos pasado el último corte horario con mucho tiempo de margen y ya solo nos quedaban 11 km para llegar. Juanito que había llegado al control apuradillo, se animó muchísimo al recibir las muestras de apoyo en el control. Cuando proseguimos nuestro camino ya volvía a ser el Juanito de siempre haciendo bromas y con energías renovadas, en el control nos explicaron que encontraríamos un avituallamiento sorpresa de líquido así que los compañeros se pusieron a tirar rápido. El tramo que quedaba hasta la meta iba a ser el más espectacular de la Ultra, pasamos por una zona montañosa muy bonita Blas iba con Juanito dándole ánimos y diciéndole que no debía quedar mucha subida, Dani y yo empezábamos a notar los estragos de la marcha y estaban muy cerca de nosotros, Cuando llegamos al avituallamiento sorpresa los compañeros que debutábamos ya veíamos más cerca el conseguir la hazaña, allí nos comentaron que solo nos quedaban 6 km pero que estuviéramos tranquilos pues solo nos quedaban 2 km de subida, 2 llanos y 2 de bajada. Al inicio de la subida yo me quede un poco atrasado porque llame a Esteve para ver cómo le había ido a los compañeros de Menorca, después de hablar con Esteve puse la directa y me fui a por Juanito y Dani que iban delante. El resto del grupo habían tirado hacia delante y habíamos quedado que se esperarían a 300 metros de la meta para entrar los 9 juntos, suerte que los 2 kilómetros de subida eran por pista ya que Juanito ya andaba justo de fuerzas. El tramo final fue bastante fácil quitando los 2 últimos de bajada, era un tramo de mucha piedra y de mal andar. Cuando llegamos a unos metros de la meta nos encontramos a los compañeros, hicimos nuestra entrada triunfal como finishers todos juntos como un equipo tremendo jejeje
. Después ducha y comer algo, nos fuimos a buscar el autocar y la escena era divertida. Todo el mundo tumbado en el suelo, con las mochilas como almohadas y durmiendo. El autocar nos dejó en la universidad, tocaba paseo de 2 km hasta el hotel para recoger la mochila, suerte que el hermano de Xavi Torrijos vino a verlo y nos llevó las mochilas de andar. Después  de comer  de vuelta a casa.

118 kilómetros

5439 Metros de desnivel positivo

4227 metros de desnivel negativo

9666 metros de desnivel total

27:58 horas


En conclusión, contento muy contento por superar el primer gran reto de la temporada. Pero sobre todo muy contento por haber ayudado a los compañeros  Ramón, Dani, Juanito, y  Paco a terminar su primera Ultra Trail de 100 km. Juanito y Paco, los dos pasaron por momentos muy malos durante la Ultra pero que por suerte los dos se repusieron.  Merito también para los cinco fenómenos del grupo Xavi Rodríguez, Xavi Torrijos  Blas y Natalia que la pobre tuvo que sobreponerse a un fuerte dolor de estómago durante muchas horas. Ha sido un orgullo poder compartir kilómetros con todos mis compañeros, Ha sido un fin de semana perfecto para el CEI, los compañeros que acudían a la Cami de cavalls consiguieron acabar todos y nosotros acabamos los nueve juntos. Esto demuestra que el CEI es más que un club, en el que impera el compañerismo y el ayudarse los unos a los otros en los momentos malos.

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