martes, 4 de julio de 2017

LOS 100 KM DE GALICIA 2017 (NOIA)


LOS 100 KM DE GALICIA

Desde hace varios años en el C.E.I. al menos una vez al año solemos hacer una salida larga, en esta ocasión el amigo Juan Paredes propuso de ir a Galicia, la idea no estaba mal, aunque un poco lejos, después de los comentarios de unos y otros, decidimos ponerlo en marcha.

A principio del mes de Abril, lo primero que hicimos fue apuntarnos ala caminada, seguidamente buscamos vuelos baratos y hostal donde dormir, tenía que ser lo más económico posible, ya que eran tres noches, más vuelos y coche de alquiler en el lugar, y lo más importante queríamos celebrarlo con una buena mariscada.

Llego el día de la salida, 23 de Junio, a las 4:30 h, ya estábamos todos en el coche del amigo Paredes, que nos llevaría al aeropuerto, el avión tenía la salida a la 6:30 h, ya en el lugar buscamos donde dejar el coche aparcado, con la reserva que habíamos hecho con anterioridad.

Llegamos a Santiago a las 8:30 h, nos fuimos en busca del coche que teníamos reservado, como a unos dos km de distancia, fuimos andando para estirar piernas, hacia una temperatura fresquita y muy agradable, nada que ver con la que habíamos dejado en Barcelona, al lado había un bar lo que aprovechamos para almorzar, primer contacto con uno de los platos típicos, el pulpo, no teníamos ninguna prisa teníamos todo el día
para nosotros, nos fuimos en busca del hostal en el pueblo de NOIA, como a unos 50km del aeropuerto, aun no era la hora de entrar, así que nos dimos unas vueltas por el pueblo y controlamos el lugar de donde tenía la salida del evento por lo que estábamos allí.



Unas cervecitas y a comer, después tocaba descansar aviamos madrugado mucho y nos esperaba una jornada exigente, por la tarde un paseíto por las rías, disfrutando de las buenas temperaturas y de los paisajes.

En ese momento éramos cinco, Víctor, Manolo, Paco, Juan, y un servidor, faltaban dos más, Paqui y Roque, estos vendrían en el vuelo de última hora, así que tuvimos que ir a buscarlos. En el restaurante preguntamos si se podía cenar a partir de las 23:30 h por el motivo mencionado, queríamos estar todos juntos ese era uno de los retos del fin de semana.


Al día siguiente era el importante, la salida estaba prevista a las 16h, antes teníamos que recoger la documentación y comer, estábamos a cinco minutos del hostal, decidimos hacerlo todo esto antes de cambiarnos.


Llega el momento de la salida, con el buen ambiente y la buena organización, pero sin dejar de pensar que nos esperaban 100km por delante, con las dudas de cada uno, salimos despacio y por terreno llano lo que nos permitió tener los primeros contactos con la gente que no conocíamos, compartes ilusiones y experiencias vividas, todo es impactante incluso el paisaje,

 los primeros 32 km fueron por la costa, con un constante entrar y salir en las calas, las tres primeras horas viendo la gente bañándose y tomar el sol, algunos incluso nos animaban, dejamos la costa y nos metimos en el interior, no tuvimos mucho tiempo para disfrutar del paisaje, se nos hizo de noche aunque una hora más tarde que en Barcelona, eran casi las 23h cuando nos pusimos los frontales.

La noche como es normal, es lo más duro y lo más aburrido, y si añadimos que algún compañero empieza a tener problema ni te cuento, el amigo Manolo que físicamente estaba bien, empezó a quejarse de la barriga, probablemente de alguna bebida demasiado fría, o cualquier alimento, no paraba de quejarse lo cual condiciona al grupo, así estuvo toda la noche y el resto de la mañana, no fue el único que tuvo problemas, ya que la amiga Paqui también los tuvo, eran las 3 de la mañana, cuando de repente aflojamos el ritmo, la amiga Paqui literalmente se iba durmiendo, el amigo Roque su marido, la tuvo que coger del brazo para que no se cayera, ella quería abandonar estaba mal, en ese momento se acerco el amigo Paco para darle ánimos, y no fue muy afortunado, le dijo si abandonas tu yo también lo hago, la reacción de Paqui fue durísima, con algunas palabras no muy afortunadas, en ese momento el ambiente estaba caldeado, Paco sin más, se largo por delante, el resto sequiamos unidos que era uno de los objetivos de la caminada, no duro mucho, íbamos muy lentos, los más flojos también decidieron adelantarse, nos quedamos Roque Víctor y un servidor, aun teníamos mucho margen para terminar dentro de los horarios permitidos, se izo de día y los km no pasaban, llegamos a un avituallamiento como a unos 15 km de la meta, un nuevo obstáculo, tuvimos que bajar por una escalera de unos 10 o 12 escalones, y volver a subirlos en dirección contraria, en situación muy vertical, la verdad de después de tantos km no era lo más adecuado, en fin lo pasamos todos menos Paqui, que decía tener vértigo.

 En el lugar estaban esperando los compañeros que se habían adelantado, la organización se prestó en ayudarla acompañándola por otro camino que nos dijeron que nos encontraríamos a 500m, yo cogí bebida y comida para ella, en esa situación perdimos mucho tiempo, los compañeros que nos estaban esperando decidieron marchar, ahora si el tiempo se nos echaba encima, todos teníamos la ilusión de terminarla, yo y Víctor después de andar más de 2 km, con la comida en las manos en busca de Paqui, no conseguimos encontrarla, decidimos dejar la comida en lo alto de un puente.

 La organización se equivoco, tuvieron que ir a buscarlos en coche, para poder ponerlos de nuevo en el camino, en fin después de una noche dura, sicológicamente al menos para mí, conseguimos terminarla todos dentro de los horarios permitidos.

Los más flojos la terminaron en menos de 23 h, yo en 23:08 h, y Paqui y su marido en 23:30 más o menos, el tiempo permitido era 24 h.


Todos estábamos en la línea de meta esperando a los últimos, Paqui lloraba como yo nunca había visto a nadie, la emoción era grande, también apoyados por la organización, nos hicimos las fotos de recuerdo, y a continuación allí mismo nos esperaba la comida, no falta de nada, cerveza, vino blanco fresquito, pulpo para hartarse, carne, empanada, había de todo y bueno, todo esto servido por camareros, mejor que en algunos restaurantes.

Después de todo esto, unos se fueron a la playa a dormirla, y otros decidimos de hacerlo en la cama, a última hora de la tarde nos juntamos para dar una vuelta, y despejarnos un poco, mas tarde a cenar, yo decidí no hacerlo, prefería descansar, al día siguiente nos esperaba el siguiente reto, no menos importante, la gran mariscada, ya la teníamos apalabrada, y a la hora concertada, fue todo un éxito y un precio muy económico, y además nos obsequiaron con una botella de orujo de café.



No tomamos postre porque aun teníamos dos horas largas antes de salir para el aeropuerto, así que nos fuimos a una heladería en una terraza, y nos comimos esto, para ayudar hacer la digestión.



Un fin de semana largo e intenso, muy bien aprovechado, en compañía de los amigos del C.E.I.

 

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